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martes, 17 de julio de 2012

J. CLYDE MITCHELL


 Mitchell es el que mejor ha representado la convergencia de dos escuelas, la que proviene del estructural funcionalismo antropológico a través de M. Gluckman hasta Barnes, Bott y Nadel y la que proviene de la Teoría de grafos de Köening, Cartwright, Zander, Haray, Norman y Bavelas asentando las bases para un marco sistemático del análisis social de las redes, utilizando los grafos pero reformulando sobre la base de un marco sociológico distinto.
Mitchell definió la red social en 1969 diciendo:
"Un conjunto específico de vínculos entre un conjunto definido de personas, con la propiedad de que las características de esos vínculos como un todo pueden usarse para interpretar la conducta social de las personas implicadas".
Añade que las características de los lazos como totalidad pueden ser usados para interpretar los comportamientos sociales de las personas implicadas. La definición de Mitchell pone las bases para que sociólogos, antropólogos, psicólogos sociales y trabajadores sociales consideren la red social de las personas objeto de estudio, análisis e intervención. Entre los elementos fundamentales del análisis de redes destacamos el carácter estructural, los atributos y las relaciones. Mitchell establece tres tipos de contenido que pueden observarse en las redes sociales, y que describen tanto su estructura como el tipo de individuos que la forman: de comunicación, de intercambio y normativo.
Respecto a la morfología de las redes, Mitchell distingue cuatro elementos morfológicos en las redes sociales: anclaje o localización de la red, accesibilidad, densidad y rango. Y en cuanto a las características de los procesos de interacción se pueden distinguir el contenido de la relación, su direccionalidad, duración, intensidad y frecuencia.
Anclaje o localización de la red quiere decir que toda red tiene que ser trazada desde algún punto o actor principal, es decir, debe de estar anclada en un punto de referencia. La accesibilidad se puede definir como la fuerza con la cual el comportamiento de un actor está influenciado por sus relaciones con los otros. Se puede resumir por las distancias en una matriz. Dos son las magnitudes de accesibilidad a una red: la proporción de actores que pueden contactar con cada actor determinado en la red, y el número de intermediarios que hay que usas para conectar con otro, es decir, el número de vínculos que se tienen que atravesar para alcanzar a determinado actor. La accesibilidad tiene una importante significación sociológica, ya que proporciona la forma en la cual los vínculos en una red de un actor pueden ser canales de comunicación que transmiten información particular. como juicios de valor, opiniones, etc, especialmente cuando estos canales sirven para ejercer presión sobre otros actores. La densidad está tomada directamente de la teoría de grafos, y dice que la densidad de una red variará en función del número de vínculos que existan dentro de ella. Por ejemplo una red donde todos tengan vínculos con los demás tendrá una densidad máxima. El rango es que en todas las redes sociales algunos actores tienen acceso directo a otros pocos, y es muy significativo cuando se trata de redes personales; es decir se puede definir por el número de personas que están vinculadas directamente con el individuo, sin intermediarios, es decir, un individuo mejor relacionado que otro tendrá una red personal de rango mayor. 
El contenido es la cualidad del vínculo que existe en la red de una persona, pues el contenido de un vínculo se refiere al contenido del flujo de información a través de la red. La intensidad se puede entender como el grado de implicación de los actores vinculados entre sí, por ejemplo, una persona estará más influenciada por sus parientes que por sus vecinos aunque existen relaciones cara a cara que son menos intensas que otras que no lo son. Frecuencia, es importante para la existencia de una red pues es necesario una relativa repetición de los contactos entre los actores vinculados para que el vínculo perviva.
En definitiva, con el análisis de las redes nos encontramos ante una vía abierta a nuevas interpretaciones y explicaciones de la realidad social circundante. 




viernes, 13 de julio de 2012

REDES EGOCENTRADAS


Para reconstruir una red egocentrada conviene trabajar con una correspondencia epistolar lo más completa posible. Para ello, de vacían todas las cartas que recibe ego en un breve lapso de tiempo,  pues se trata de observar las interacciones de individuos que interactúan en un mismo presente histórico. El vaciado de las cartas se realiza por individuos, vaciando todas las interacciones de cada uno de ellos: es decir de cada corresponsal que escribe, de cada una de las personas a las que se refieren, y de cada individuo con los que se relacionan e interactúan. 
Una vez completada la matriz, el programa representa el "grafo" o forma de la red, situando en el mismo plano el conjunto de personas que, de un modo u otro, interactúan en relación con ego. Cada individuo está representado por un nodo y cada relación por una línea entre nodos. El programa sitúa en el centro los nodos mejor conectados con otros y discrimina a los que se sitúan en la periferia de la red. Dicho diagrama será más eficaz en la medida que exprese lo más claramente posible la forma de la red y la articulación de los distintos elementos, pues se trata, al fin y al cabo, de una representación.
Para completar la información el programa permite introducir atributos de los actores, tales como el sexo, la edad, la profesión, etc., que permite calcular una serie de variables que miden las características de la red en su conjunto y las posiciones que ocupan en ella cada uno de los actores o grupos de actores.
Tres parámetros son especialmente importantes en el análisis de las redes sociales: la densidad, la centralidad y la mediación, y su aplicación con la historia nos parece del todo útil. La densidad se mide por el porcentaje de relaciones efectivas de cada individuo en relación al número máximo de relaciones posibles en la red. Muestra la alta o baja conectividad de la red en su conjunto y permite observar cuáles son sus partes más densas (individuos más conectados entre sí), y cuáles son las partes más alejadas de ellas.
La centralidad y la dispersión muestran la posición de cada actor o grupo de actores en los intercambios de la red: las conexiones privilegiadas y las posiciones periféricas de dichos intercambios. El grado de centralidad se mide por el número de individuos de la red con los que el actor está íntimamente o directamente relacionado, la centralidad revela los núcleos de mayor influencia en la red con respecto a los elementos más periféricos.
 La mediación y la accesibilidad consideran la circulación en la red y los mediadores que sirven de nexo entre grupos y subgrupos; el grado de intermediación viene dado por el número de pares de nodos que el actor es capaz de conectar. Revela quiénes son los mediadores o actores-puente y su capacidad de intermediación y de control de la comunicación. El grado de cercanía es la capacidad de un actor para alcanzar a todos los nodos de la red y se calcula contando las distancias que necesita un actor para llegar a los demás.
El análisis de redes son especialmente útiles tanto en sociología como en historia, para analizar fenómenos como la circulación y distribución de recursos y oportunidades, la articulación del conflicto o la cooperación, las dimensiones relacionales del poder y las articulaciones socio-políticas, la relación con respecto a las normas y valores del grupo, o la disposición de una sociedad o de un segmento social a la reproducción o al cambio.